A través de la Confederación de Estudiantes de Ciencias Ambientales de la Educación Superior (CECADES) hemos promovido a través de la iniciativa “Voz CECADES” el análisis de la situación actual del medio ambiente en Chile, tomando una postura crítica para dar paso a la formulación de propuestas ante los aspectos que encontramos mal. Es en este sentido que invitamos a las carreras que pertenecen a esta confederación a participar del proceso de Consulta Ciudadana del nuevo “Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)”, para opinar al respecto en una etapa temprana, antes de que en la ejecución ya se evidencien sus posibles errores. En Valparaíso se hizo algunas iniciativas al respecto. Estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Ambiental de la UTFSM se juntaron e hicieron una revisión rápida del nuevo reglamento, identificando los aspectos nuevos y las dudas al respecto. El jueves recién pasado en la misma universidad se invitó al resto de las carreras de la región que pertenecen a CECADES a una presentación hecha por la Unidad de Participación Ciudadana del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) explicando las nuevas implicancias de este reglamento.
En mi opinión personal creo que este nuevo reglamento se inspira en viejas críticas hechas a la ya antigua institucionalidad ambiental representada en la CONAMA, pretendiendo dar solución para una evaluación ambiental más completa. Por ejemplo se regulan los proyectos que antes se presentaban por etapas para evitar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y pasar por una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), ésta última mucho más simple que la primera. También cualquier proyecto en su DIA o EIA debe nombrar la presencia de otros ya aprobados y/o instalados en la zona donde se quieren instalar, como también los instrumentos de gestión territorial y ambiental aplicables a ese sector, en la búsqueda de una evaluación ambiental más estratégica, considerando las características del sector y los efectos acumulativos y/o negativos con las otras actividades ya presentes.
Otro punto interesante es la ampliación de la Participación Ciudadana (PAC) a las DIA de proyectos con “Cargas Ambientales” (de generación eléctrica, tendidos eléctricos, infraestructura de transportes, entre otros) y a los proyectos que tengan un “cambio sustancial” dentro del mismo proceso de evaluación (pudiendo llegar a tener un mismo proyecto dos procesos de PAC). Antes solo se abría la posibilidad para los EIA y sólo una vez (al inicio del proceso y con respuestas al final).
Aunque en el último punto se avanza sustancialmente, no se avanzó en lo que varias agrupaciones ambientales y ciudadanas han reclamado sobre estas instancias: no hay ningún punto vinculante entre lo que puedan decir las comunidades afectadas y la decisión final con respecto al proyecto. Las respuestas a las observaciones ciudadanas, a diferencia de antes que se entregaban con el documento que sentenciaba su aprobación o no (Resolución de Calificación Ambiental, RCA), se entregará a lo menos 5 días antes de la entrega del RCA. ¿Es un tiempo suficiente como para hacer las medidas de presión necesarias en caso de recibir respuestas insatisfactorias? ¿Hay un espacio para poder entregar un “voto en contra” en caso de suceder esto, igual como lo tienen los SEREMIS de cada región?
Como una simple propuesta indiqué en la Consulta Ciudadana al Reglamento que la entrega de las respuestas a las observaciones ciudadanas fuera en las ADENDAS (documento en el cuál los titulares de proyecto responden las inquietudes de los organismos públicos con competencia ambiental) que entrega el titular de un proyecto (durante la fase de evaluación, no al final). Pero esto apela a algo más profundo y que escapa un poco al reglamento. Una Institucionalidad Ambiental que el organismo encargado de aprobar los proyectos en materia ambiental (Comisión Calificadora de Proyectos) esta conformada por organismos netamente políticos, sin ningún tipo de vinculación con la evaluación técnica y objetiva que hacen los organismos públicos con competencia ambiental, ni tampoco la ciudadanía, seguirá funcionando de la misma manera de siempre: movidos por la “voluntad política” de turno, voluntades que cada vez se esta cuestionando más y pierde su confiabilidad.
En síntesis creo que el reglamento recoge y repara las mayores fallas del antiguo SEIA, pero una estructura que depende netamente de las opiniones y presiones políticas sucumbe ante cualquier intento de mejora. Hay que ver como en definitiva se lleva a la práctica este reglamento, y como nosotros como ciudadanos y las organizaciones en las cuáles participamos y
nos interesa el tema medioambiental estamos atentos a la funcionalidad del nuevo sistema. Ojalá se superen las trabas de antaño y no sigamos viendo las mismas fallas.
Juan Pablo Ayala S.
Estudiante Ing. Civil Ambiental UTFSMCoordinador Nacional Confederación de Estudiantes de Ciencias Ambientales de la Educación Superior CECADES
