martes, 24 de marzo de 2009

El Palacio de La Moneda y la Torre Entel se apagarán el 28 de marzo


"La hora del planeta". Millones de personas y edificios públicos de todo el mundo se sumarán al llamado a no consumir electricidad por una hora. El Mercurio, 23 de marzo 2009.

De ser una aventura local de los australianos en 2007, "La hora del planeta" se convirtió en la iniciativa quizás más globalizada para despertar conciencia acerca del cambio climático. Al punto de que para su tercera convocatoria, el próximo 28 de marzo, más de mil ciudades se sumarán al "apagón" mundial propuesto para las 20:30 horas.

El entusiasmo por participar este año es tal, que en Chile hay dos ciudades oficialmente involucradas, Santiago y Valdivia, y más de 10 edificios públicos de empresas privadas se apagarán a esa hora. La lista incluye al Palacio de La Moneda, la Torre Entel, la Intendencia de Santiago, los edificios que rodean la Plaza de Armas y la torre de Telefónica.

Llamado a todos

Además de Chile, son 80 países los que apagarán algunos de sus edificios y obras emblemáticas. ¿Cómo creció tanto en tan poco tiempo el interés por participar?

"La población hoy sabe que las consecuencias del cambio climático podrán afectarla directamente y, a su vez, no ha visto que se estén tomando medidas reales frente a ello. Por esta razón, creemos que 'La hora del planeta' ha sido una buena plataforma que ha permitido que las personas manifiesten su preocupación y a la vez hagan un llamado a sus líderes para que tomen las medidas necesarias", explica Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.

Por eso, la idea es que no sólo las instituciones respondan al llamado. La convocatoria de la ONG que organiza, la WWF (World Wildlife Fund), va dirigida esencialmente a las personas para que asuman una postura de colaboración permanente con el cuidado del planeta. Partiendo por "desenchufarse" ese día, desconectando el máximo de aparatos eléctricos en la casa, sin comprometer su seguridad.

Un aspecto a tener en cuenta es que este apagón es una acción simbólica. Una alerta para estimular el cambio de hábitos desde lo individual a lo colectivo. Según explican en la oficina chilena de WWF, la idea es que surjan acuerdos internacionales para detener el impacto del calentamiento global.

Mas Info: http://www.earthhourus.org/es/



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